Alt Empordà

Este año nos hacían falta vacaciones, y hemos adelantado una semana para la primera de julio. Nos hemos ido a buscar la paz y la tranquilidad de l’Alt Empordà (en Girona), ni lejos de la playa ni lejos de la montaña. En Lladó, un pueblecito muy tranquilo que al final queda cerca de todo.
Nos fuimos de casa rural, La Casa de Lladó es excepcional, con un jardín que nos permitía dejar a los crios a su aire y tenerlos controlados. No le faltaba detalle, muy recomendable. Toni, Salut i Anna encantadores y super antentos.

Las visitas, las justas, que no es plan de estresarse

día 1: llegada a la casa por la tarde
día 2: Lladó – cena/concierto en la plaça
día 3: Playa en Sant Martí d’Empuries – San Pere Pescador para comer y tarde de jardín.
día 4: Pantà de Boadella – Club Nàutic Darnius
día 5: Visita a la Cooperativa de la Fageda d’en Jordà
día 6: Butterfly Park – Castelló Empuries – playa en Empuriabrava
día 7: Zona volcanica de la Garrotxa (Croscat)

No fuimos a Besalú, Santa Pau, Banyoles, Figueres (museo Dalí), Cadaqués por que ya hemos estado varias veces. Pero son sitios de obligada visita si se está cerca.

Nos quedamos con las ganas de ir a Castellfollit de la Roca, Les Ruines Romanes d’Empuries,  Parc Natural dels aiguamolls de l’Empordà, cala Montjoi (+ N calas que hay por la zona). Todo esto para futuras visitas, que las habrá.

Restaurantes recomendados:

en Lladó: restaurant Carles Antoner, cocina moderna. 2 menús uno de 25€ y otro de 35€, con dos menús de 25€ cenamos los 4. Por cierto también tienen una mini-carta de tapas (5 tapas) de las que destacan las girgolas en tempura con all-i-oli. No hay más opciones. Me quedé con las ganas de probar el otro restaurante de la plaza del pueblo del que me hablaron muy, pero que muy bien.

en Cabanelles: restaurant Alt Empordà. En plena N-260, en el km 50, justo antes del desvio para Cabanelles. Nos lo recomendaron por el pescado y sobre todo por sus arroces. Carta amplia y menús preconfigurados de casi todos los precios. Muy buen sitio, merece la pena pararse. Por la noche mejor llamar, que no suele estar abierto, pero si reservas lo abren para tí, como nos pasó a nosotros.